En el mes de marzo de 1987 se dieron cita en Antananarivo,
la capital Malgache, los 14 equipos pertenecientes a Estados Unidos, Italia,
Holanda, Francia, Alemania, Turquía, Malasia, Gran Bretaña, Japón, Brasil,
Suiza, Bélgica y España, que participo con un equipo peninsular y otro
canario.
Para esta edición en Madagascar, hubo que escoger entre
más de medio millón de aspirantes de todo el mundo, personas que querían
demostrar que poseían resistencia física, habilidad, intuición y compañerismo
que exige la filosofía del Camel Trophy. Los seleccionados se reunieron en el
Hotel Milton de Antananarivo donde se estableció el centro de operaciones de la
organización. Durante las reuniones con los participantes, se les anuncio que
seria el Camel Trophy más difícil de su historia, debido al difícil clima
intertropical y las duras condiciones geográficas de la isla. Estaban en plena
época monzónica, con un ambiente caluroso y húmedo donde los cuerpos se
convierten en un incesante rió de sudor. Los galos y británicos estuvieron a
punto de abandonar debido a trastornos intestinales por los 38 grados a la
sombra.
Madagascar es un paraíso
medioambiental, cabe destacar que cuenta con más de 10.000 variedades de
plantas, cuatrocientas especies de anfibios y reptiles incluyendo cocodrilos y
camaleones y multitud de especies de insectos cuya increíble voracidad pudieron
comprobar en su propia piel los participantes en el Camel Trophy.
El 26 de marzo se dieron
cita en Diego Suárez, el punto de partida para esta edición, en el norte del
país, donde fueron recibidos con hospitalidad por parte de la población y las
autoridades. Allí se encontraban los otros protagonistas, los Range Rover, en
versión turbodiesel. Los participantes ya tuvieron ocasión de familiarizarse con
su conducción unas semanas antes en Eastnor Castle donde Land Rover tiene sus
instalaciones, así como de su mecánica y el uso del winch. Veintiun vehículos,
catorce de los equipos participantes, más otros siete de apoyo, asistencia,
taller y servicio médico, emprendieron la marcha dispuestos a seguir la ruta que
habría de conducirles, tras 18 días y a lo largo de 2.500 kms, hasta Fort
Dauphin, en el extremo opuesto de Madagascar. El recorrido discurría de norte a
sur de la gran isla africana.
Por primera
vez en la historia del Camel, los periodistas podrían viajar en el interior de
los vehículos de los participantes. Las primeras jornadas de la expedición
transcurrieron sin grandes problemas, avanzando bastante rápido hasta que llega
al interior del país penetrando a través de una impresionante vegetación cada
vez más tupida, es el umbral de la selva malgache. Las recientes lluvias han
borrado todo rastro de camino, los mosquitos han empezado a hacer de las suyas y
cada vez resulta más difícil avanzar entre el fango. El domingo 29 se llega a
las cercanías de Antsohihy donde se celebra la primera de las Special Tasks, que
consiste en atravesar 80
metros de fango en un tiempo inferior a 4 minutos. Los
británicos son los vencedores.
Cuando ya se llevaban recorridos seiscientos kms,
comenzaron a encontrarse los obstáculos más importantes, pozas de fango de más
de 1 metro ,
precipicios, caminos cerrados por frondosa vegetación, etc. El equipo francés
rompió el diferencial y los canarios perdieron la baca en un fuerte desnivel
junto a las bolsas de víveres, bidones de gas-oil y agua, que fueron a parar al
fango.
La segunda prueba especial, en los alrededores de
Mandritsara, consistió en recorrer por la noche una distancia de 40 kms, en una
típica prueba de orientación contra reloj. Los estadounidenses vencieron en esta
prueba.
La peor prueba para los Range fue la de subir una respetable rampa en el menor tiempo posible. Los Range Rover sufrían lo suyo y su talón de Aquiles fueron los diferenciales. Cinco vehículos rompieron el difencial al menos en una ocasión, lo que ocasiono la falta de repuesto. Los participantes deben afrontar las reparaciones y prácticamente todos pudieron reparar y continuar sin mayores problemas. En el ecuador de la prueba, el terreno se suaviza, dejando atrás la zona selvática e internándose en la planicie. Deja de llover pero el calor es sofocante. Aquí se realizan más Special Tasks, incluyendo una donde se colocan los coches en una zona de barro y hay que desatascarlos en el menor tiempo posible.
Cerca de Manajary hubo que hacer uso de unas balsas rudimentarias usadas por los nativos para poder cruzar un caudaloso río. Uno a uno, los veintiún vehículos fueron pasando, pero el retraso fue muy importante teniendo en cuenta los 45 minutos que tardaba la balsa en hacer el trayecto de ida y vuelta. Dauphin aun estaba lejos, era preciso, por tanto acelerar al máximo la marcha.
El
paisaje se volvía cada vez más desértico y se avanzaba con rapidez aunque ahora
el enemigo eran los terribles tsing, piedras afiladas que causaban estragos en
los neumáticos de los vehículos y en la paciencia de los conductores. Tras
bordear el cabo de Santa Maria, se divisaron las playas de Fort Dauphin, y el 12
de abril en la capital malgache tuvo lugar la clausura oficial de la prueba y la
entrega de premios a los ganadores. Los italianos Mauro Miele y Vicencio Tota
recibieron el Camel Trophy 87 como vencedores de las pruebas especiales,
mientras que el prestigioso Team Spirit Award fue otorgado a los españoles
peninsulares Victor Muntané y Jaime Puig.
Video completo en Inglés:
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