Los organizadores habían aprendido bien la lección del año 1980 y eligieron para la presente edición vehículos Range Rover, siendo estos los únicos considerados lo suficientemente fiables y robustos para poder soportar las inclemencias y castigos que pudiera infligir las junglas ecuatoriales. Sin embargo, Sumatra enfrento a los equipos con otros muchos problemas y dificultades, siendo lo más notable el cambio dramático del tiempo debido a la variación del terreno.
Empezando su viaje en las tierras frias volcánicas 
del  norte, el convoy se introdujo en los 
pantanos tropicales del sur.  El cambio 
de la humedad y de temperatura era tan extremo que dejaron los equipos sin 
energías ni fuerza.
La organización escogió varios puentes semiderruidos sobre el legendario río 
Kwai para celebrar sobre ellos algunas de las pruebas especiales, superadas por 
todos los equipos con una enorme frialdad, ya que el más pequeño error podría 
haber dado con los vehículos en el río. Asimismo, entre otras pruebas de difícil 
ejecución, se dispuso el cruce de un extenso lodazal en el que sirvieron de poco 
las poderosas cualidades de tracción de los todoterreno, ya que en ocasiones 
quedaron empotrados en el fango hasta la altura de los volantes y hubo que 
recurrir al uso del winch, o cabestrante, para poder hacerlos 
avanzar.
La prueba comienza el 9 de abril en Berastegui, un pequeño pueblo en el 
norte de la isla. El primer contratiempo “burocrático” se lo encuentran a las 2 
horas de partir, en Kabanhaje, la capital regional, donde el Comandante de la 
región les retuiene por no tener claro que estan haciendo esta gente en su 
región. Entre Andreas Bender, el líder de la expedición y su interprete David, 
apodado King Kong, negocian durante 4 horas en la casa del comandante, pero no 
resuelven el problema.
Los soldados se situan delante y detrás de la caravana 
para no dejar salir a nadie y mientras los niños no paran de tocar todo debido a 
su curiosidad. Por la tarde y solo después de una pequeña “explicación 
económica” al convoy se le permite seguir su camino. Los expedicionarios 
aprenden una importante lección, cuanto más dinero se entregue, menos tiempo se 
pierde. Había que recuperar el tiempo perdido. Por una pista en la que el hombre 
blanco no había conducido durante más de 20 años, los agujeros de medio metro de 
profundidad se suceden. Los ejes y las suspensiones de los Ranges son castigados 
al máximo y sufren unos cuantos pinchazos. Dos horas después de media noche 
llegan a su primer destino. Esa noche los participantes rehusan comer “carne de 
perro, delicatesen indonesia” y descubren que sus camas son las mesas sobre las 
que estan comiendo.
El segundo día comienza con optimismo, 20 kms de 
buena pista. De repente el camino se corta y tienen que de dar la vuelta. 
Andreas y King Kong hicieron este camino el año pasado. La alternativa esta 
llena de plantas carnívoras. Las chicas quedan atascadas en un agujero de fango. 
Después de 1 hora de duro trabajo el coche es rescatado. Hans, después de 
dirigir la operación de rescate es apodado la Montaña Bavara. Por fin vuelven a 
conectar con la pista, aunque ahora está muy resbaladiza. Al día siguiente deben 
cruzar un río, 500 metros contracorriente. Tras algunas dificultades todos los 
vehículos cruzan al otro lado. Los caminos son mejores pero tienen el problema 
de los viandantes. Por adelantar a un ciclista el vehículo del doctor se sale y 
se queda colgando una rueda sobre un barranco de 15 metros. De nuevo la Montaña 
Bavara dirige la operación de rescate. Tras el duro trabajo pide al doctor un 
poco de medicina (whisky).
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Se encontraron con distintos puentes, en los que se perdía 
mucho tiempo ya que multitud de veces había que repararlos, hay que pasarlos de 
noche varias veces, iluminados por los focos y antorchas, todo el mundo ayuda a 
cruzar los vehículos. Las largas paradas en los ríos producen stress y nervios. 
Las luces atraen a toda clase de bichos y mosquitos. 
En otra de las jornadas una rampa de un ferry pone a 
los equipos a prueba, ya que esta cubierta de barro y bastante inservible. Toda 
la calma del mundo es requerida para subir los coches al ferry. Eso sin tener en 
cuenta el ferry, que no es mas que un montón de troncos atados y tirados desde 
el otro lado por un motor que parece que se va a parar en cualquier momento. No 
obstante hay otras recompensas como son la variedad de colores de los diferentes 
cultivos y la puesta de sol.Otra noche les cayó el diluvio universal sobre sus cabezas. El rió sube un 
metro en menos de 15 minutos. El ferry que tiene que llevarlos al otro lado no 
puede funcionar. | 
Deben  de 
buscar caminos alternativos hasta que encuentran un puente para cruzar el rió, 
un puente que probablemente no se ha usado con vehículos en los últimos 25 años. 
El cruce del puente se hace muy despacio ya que tienen que poner trozos de 
madera delante de los vehículos para impedir que caigan. Todo esto bajo un calor 
sofocante que haría hervir al mismo rió.
Las jornadas se vuelven insufribles debido al calor. Si se cierran las ventanas 
no se soporta el calor. Si se abren los mosquitos atacan. En una de estas se 
encuentran un autobús y un camión. Están atascados en medio de la pista. La  Montaña Babara pide a los pasajeros del 
autobús que salgan para facilitar el rescate, pero los pasajeros no quieren por 
miedo a perder sus asientos. Al final son convencidos. Con la ayuda de 3 Range 
Rover los monstruos son liberados.
Los participantes cruzan el ecuador y algunos de los 
miembros reciben el ritual del bautismo del ecuador, con bastante cerveza por 
cierto. El camino hasta el final comienza a ser más fácil. Finalmente, la pareja 
formada por Christian Swoboda y Knuth Mentel consiguió alzarse con el triunfo. 
Pese a las dificultades y contratiempos, el éxito volvió a coronar la aventura, 
de ahí que os organizadores pensaran en la conveniencia de dar cabida en ella a 
participantes de otros países. 
Breve resumen en Inglés:
Breve resumen en Inglés:



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